A mi esposa Isabel
Versos para mi esposa Isabel en momentos solitarios sin ella,
mis pensamientos se hacen versos y los días eternos por su ausencia
I
Si a su fin llegará la eternidad
yo suplicaría por un día más,
solo un instante del reloj eterno
para decirte, por ti vivo y muero.
II
Si se enumera más el infinito,
aún todavía, me faltaría tiempo
para decirte cuanto te quiero
en un enamorado eterno beso.
III
Amarnos es algo maravilloso,
la visión eterna de tu imagen,
es regalo divino para mis ojos,
pero amarte, los mas grande.
IV
Este amor desea ser un verso,
en él decirte cuanto te quiero.
Por jurado lo escribo en lienzo,
es lo poeta en el alma llevo.
V
Dar el amor que llevo dentro
es imposible, no lo puedo hacer,
siempre que te doy un beso
más besos, me vuelven a nacer.
VI
Mi corazón, arde de necesidad,
por amarte y besarte sin cesar.
Si no es apagado este fuego,
en cenizas por tu amor fallecerá.
VII
Isabel, compañera esposa mía.
haber recibido de ti tanto amor
Bien mereces ser bendecida,
por darme este amoroso viaje.
Roque Cruz
Versos para mi esposa Isabel en momentos solitarios sin ella,
mis pensamientos se hacen versos y los días eternos por su ausencia
I
Si a su fin llegará la eternidad
yo suplicaría por un día más,
solo un instante del reloj eterno
para decirte, por ti vivo y muero.
II
Si se enumera más el infinito,
aún todavía, me faltaría tiempo
para decirte cuanto te quiero
en un enamorado eterno beso.
III
Amarnos es algo maravilloso,
la visión eterna de tu imagen,
es regalo divino para mis ojos,
pero amarte, los mas grande.
IV
Este amor desea ser un verso,
en él decirte cuanto te quiero.
Por jurado lo escribo en lienzo,
es lo poeta en el alma llevo.
V
Dar el amor que llevo dentro
es imposible, no lo puedo hacer,
siempre que te doy un beso
más besos, me vuelven a nacer.
VI
Mi corazón, arde de necesidad,
por amarte y besarte sin cesar.
Si no es apagado este fuego,
en cenizas por tu amor fallecerá.
VII
Isabel, compañera esposa mía.
haber recibido de ti tanto amor
Bien mereces ser bendecida,
por darme este amoroso viaje.
Roque Cruz